Si es diseñador gráfico, es probable que encuentre clientes con trabajos o proyectos de emergencia que necesiten lo antes posible. Quiere complacer a sus clientes, pero no a expensas de otros clientes o de sus estándares de calidad. ¿Deberías rechazar el trabajo? ¿Cobrar una tarifa urgente? Aquí hay algunas cosas a considerar.
Factores a considerar
Cuando un cliente se te acerca con un trabajo urgente y te preguntas si aceptar el proyecto, no hay una respuesta correcta. Maneje dichas solicitudes caso por caso, considerando cuánto tiempo tiene y si se justifica una tarifa urgente. Aquí hay algunas cosas a tener en cuenta:
Su horario actual
¿Tendrá que reorganizar su carga de trabajo actual o posponer el trabajo para que otros clientes completen este trabajo? Si necesita herramientas adicionales, como un software de diseño gráfico, para completar la visión del cliente, ¿tiene tiempo para adquirirlo y aprenderlo? No importa cuánto quieras ayudar a un cliente, no eres un mago. Sea realista acerca de las demandas actuales de su tiempo.
La fecha límite real
Cada trabajo urgente es diferente y puede significar cosas diferentes para diferentes personas, así que asegúrese de hacer las preguntas pertinentes a sus clientes. Por ejemplo, un proyecto pequeño puede ser urgente si el cliente lo quiere para el día siguiente, mientras que un proyecto grande con un proceso complicado puede ser urgente si se entrega en dos semanas.
Si cree que el trabajo es poco realista y no se puede realizar según sus estándares, considere rechazarlo por completo. Si el cliente considera que es un trabajo urgente porque lo necesita rápidamente, pero usted sabe que podría terminar fácilmente un producto de alta calidad, aceptar el proyecto sin una tarifa urgente ayudaría a solidificar la relación con el cliente y a ganar confianza y buena voluntad.
Si desea aceptar el trabajo y ayudar a su cliente, pero sabe que sería un inconveniente para usted y su negocio, cobrar una tarifa urgente adecuada demuestra que valora su tiempo y sus estándares.
No se sienta obligado a aceptar todos los trabajos urgentes que se le presenten, incluso si un cliente o cliente potencial está estresado. Mantenga la calma durante su comunicación y evalúe si el trabajo es viable, con o sin una tarifa urgente.
Qué cobrar por una tarifa urgente
Los trabajos urgentes pueden estar rodeados de estrés y ansiedad, lo que a menudo conduce a acostarse tarde y trabajar duro. Si acepta un trabajo urgente que lo impactará a usted y a su negocio, una tarifa urgente razonable le muestra a su cliente que su tiempo es importante y que tiene estándares de calidad que mantener.
Depende de su relación con el cliente, pero un buen punto de partida para una tarifa urgente es un 25 por ciento además de su tarifa habitual. Generalmente, un proyecto más pequeño indica una tarifa más baja y un proyecto más extenso indica una tarifa más sustancial.
Si decide no cobrar una tarifa urgente, ya sea como un favor a un cliente o porque realmente quiere ayudar, asegúrese de anotar "tarifa urgente" sin cargo en la factura. Esto ayudará al cliente a comprender que le hiciste un favor y, con suerte, lo alentará a planificar mejor la próxima vez.
Cómo prepararse para el próximo trabajo urgente
Es una buena idea detallar una política de trabajo urgente en todos los contratos de sus clientes para que no haya sorpresas. Si elige no aplicar la tarifa urgente, sus clientes deberían estar muy agradecidos.
Aceptar un trabajo urgente y cobrar una tarifa urgente puede ser complicado. No quieres dañar la relación con un cliente, pero tampoco quieres que se aprovechen de ti. Si cobrar una tarifa urgente es la acción adecuada, sea abierto con el cliente. Hágales saber los costos por adelantado y el motivo del aumento, y considere ofrecerles un horario alternativo a su tarifa estándar.