Seguir los pasos establecidos en el proceso de diseño gráfico puede ayudarlo a lograr los mejores resultados. Al igual que con la mayoría de los esfuerzos, organizar su enfoque y mantenerse enfocado puede ayudar a que surja su diseño más efectivo.
Las cinco fases de un proyecto
Generalmente, los diseñadores gráficos se mueven a través de algunas fases comunes en cada nuevo proyecto:
- Recopilación de información sobre el proyecto.
- Lluvia de ideas.
- Producción de bocetos preliminares.
- Trabajar con el cliente a través de varias rondas de cambios.
- Dando los últimos toques.
Aquí hay una mirada más profunda a cada uno de estos pasos.
Al seguir estos pasos, asegúrese de terminar cada uno antes de pasar al siguiente. Cada paso se basa en la información que obtendrá del anterior. Trabajar para un cliente es un proceso colaborativo que puede descarrilarse fácilmente sin un plan.
- ¿Quién es el público?
- ¿Cuál es el mensaje?
- ¿Cuántas páginas tendrá la pieza?
- ¿Cuáles son las dimensiones?
- ¿Cuál es el presupuesto?
- ¿Cuál es la fecha límite?
- ¿Puede el cliente proporcionar ejemplos de diseños que le gusten?
- ¿Hay alguna marca corporativa existente que deba combinarse?
- ¿La pieza será estrictamente impresa, digital o ambas?
- Para un sitio web, incluidas todas las secciones principales y el contenido de cada una.
- Incluya también las dimensiones y especificaciones técnicas para trabajos impresos o web.
- Lluvia de ideas: Reúnase con un grupo y presenten ideas sin juzgar todavía.
- Visita un museo: Inspírate con los originales.
- Leer un libro: Algo tan aparentemente insignificante como un color o una forma en un libro de diseño gráfico podría generar una idea completamente original.
- Dar un paseo: Sal y observa el mundo; la naturaleza es la fuente original de inspiración. Observar a la gente también puede generar una gran cantidad de ideas.
- Dibujar: Incluso si no dibujas profesionalmente, garabatea algunas ideas en una página.
Recopilar información
El conocimiento es poder. Antes de hacer cualquier otra cosa, debe saber exactamente qué necesita su cliente, la amplitud del trabajo y los detalles de pago (cuánto, cuándo y cómo).
Cuando se le solicite un nuevo trabajo, programe una reunión y haga preguntas sobre el alcance del trabajo. Estos deben incluir:
Tome notas detalladas para poder consultarlas durante todo el proceso de diseño.
Muchos diseñadores prefieren realizar esta fase por correo electrónico para tener un "rastro en papel" que ambas partes puedan consultar. Esto ayuda a evitar confusiones y conflictos.
Crear un esquema
Usando la información recopilada en su reunión, podrá desarrollar un resumen del contenido y el objetivo del proyecto.
Preséntele este esquema a su cliente y solicite cualquier cambio. Una vez que haya llegado a un acuerdo sobre los aspectos creativos del proyecto, es hora de pasar a los aspectos comerciales.
Crear y presentar una propuesta
Esto debe incluir los detalles del "negocio" del proyecto: estructura de tarifas (tarifa fija versus por hora), hitos, plazos, responsabilidades (tanto del cliente como del diseñador), entrega del proyecto, tarifas de eliminación, etc. Los parámetros exactos del proyecto son particularmente importantes de delinear para evitar el "desplazamiento del alcance": la tendencia de los proyectos a expandirse más allá del esquema y el presupuesto originales. Por ejemplo, un cliente puede solicitar una página adicional para un sitio web o una ilustración personalizada para un folleto; especifique cómo se manejarán las adiciones como esta para que le paguen por todo su trabajo y se le asigne suficiente tiempo para completarlo. Haga que su cliente firme esta propuesta para que se convierta en su contrato.
Use uno de los muchos contratos de diseño disponibles en línea como punto de partida.
¡Aprovecha tu creatividad
Piense en soluciones creativas para el proyecto.
Puede usar los ejemplos de trabajos favoritos del cliente como pautas, pero su objetivo debe ser crear algo nuevo y diferente que se destaque del resto (a menos, por supuesto, que el cliente solicite específicamente que su diseño encajar en un cuerpo más grande de garantía).
Estas son algunas formas de hacer fluir la creatividad:
Bocetos y estructuras alámbricas
Es hora de darle algo de estructura a tu proyecto. Antes de pasar a un programa de software como Illustrator o InDesign, cree algunos bocetos simples a mano del diseño de la pieza. Mostrarle a su cliente sus ideas básicas antes de dedicar demasiado tiempo al diseño es una buena manera de saber si va en la dirección correcta. Los bocetos rápidos de los conceptos del logotipo, los dibujos lineales de los diseños que muestran dónde se colocarán los elementos en la página, una versión rápida hecha a mano del diseño de un paquete, etc., pueden generar la retroalimentación del cliente que es tan importante para concretar una dirección en la que ambos estén de acuerdo. Para el diseño web, los wireframes son una excelente manera de comenzar.
Diseñar múltiples versiones
Ahora que investigaste, finalizaste el contenido y obtuviste la aprobación de algunos bocetos, puedes pasar a las fases de diseño reales.
Aunque puede eliminar el diseño final de una sola vez, es mejor presentarle a su cliente al menos dos versiones. Esto ofrece opciones y le permite combinar los elementos favoritos del cliente de cada uno.
Especifique en su propuesta/contrato exactamente cuántas versiones únicas proporcionará. Demasiadas opciones conducirán a un trabajo innecesario y pueden abrumar al cliente, lo que puede frustrarlo al final. Lo ideal es limitar esta ronda a dos o tres diseños originales.
Asegúrese de conservar las versiones o ideas que decida no presentar en ese momento (incluidas aquellas que quizás ni siquiera le gusten). Nunca se sabe cuándo serán útiles para proyectos futuros.
Revisiones
Hágale saber a su cliente que fomenta "mezclar y combinar" los diseños que proporciona. Puede que les guste el color de fondo en un diseño y las opciones de fuente en otro.
A partir de sus sugerencias, puede presentar la segunda ronda de diseño. No tengas miedo de dar tu opinión sobre lo que se ve mejor. Después de todo, usted es el diseñador y el cliente le está pagando por su experiencia.
Incluso después de esta segunda ronda, normalmente puede esperar un par de rondas más de cambios antes de llegar a un diseño final. Recuerda: el diseño no se trata de ti; su cliente le está pagando para traducir su mensaje en algo tangible. Brinda tu opinión experta, pero no dejes que el ego nuble tu misión.